Estimado Sr. Director:

Soy lectora asidua de su periódico desde hace muchos años. Hoy me complace dirigirme a usted para felicitarle por su trabajo, pero lamentablemente también para exponer un aspecto bastante negativo: con esta carta quisiera denunciar el trato de la desigualdad entre hombres y mujeres que  tiene lugar en muchos medios de comunicación, pero también, debo decir, en su publicación.

Últimamente he observado que, sobre todo, en las entrevistas que ustedes ofrecen cada día sobre personas relevantes de la política y cultura, las de las mujeres tienen con demasiada frecuencia un tono y contenido distinto a las que hacen a los hombres. He redactado un artículo que habla sobre este tema: el enfoque diferente en las entrevistas entre hombres y mujeres ya que considero que es importante concienciar al público sobre la importancia que tiene presentar a un personaje de una manera a otra.  Espero que le guste mi artículo y de ser así que pueda publicarlo en alguno de sus números en un futuro próximo.

Por todo ello, me gustaría en esta carta recalcar dos de los puntos que extenderé en el artículo. En primer lugar, cuando entrevistan a mujeres formulan preguntas, por ejemplo, sobre la conciliación de su trabajo con la crianza de los hijos: cuántos hijos tienen, cómo combinan su trabajo con el de ser madre, cómo se sienten cuando no pueden estar mucho tiempo con sus hijos, etc. Este tema nunca lo mencionan cuando la entrevista es a un hombre. Deseo que esto cambie porque en la entrevista no tiene por qué aparecer la vida privada de la mujer., sino que se la tiene que tratar como la profesional que es En segundo lugar, le pido también que en las entrevistas a mujeres no hablen de su aspecto físico, sino que se concentren en su labor profesional. No tienen por qué mencionar su elegancia, la ropa que llevan o su belleza. Esto tampoco lo hacen normalmente cuando el entrevistado es un hombre. Con ellos sí que hablan sobre su profesión exclusivamente. Son solo dos ejemplos de entre  muchos. En mi artículo trato el tema en mayor profundidad y explico muchas situaciones donde se aprecia la desigualdad con varios ejemplos más.

En conclusión, los medios de comunicación tienen el poder de crear estereotipos, pero también de fomentarlos o destruirlos. Quiero que mi artículo ayude a concienciar a los lectores sobre el tema del sexismo en los medios. ¡Ojalá entre todos consigamos la igualdad en el trato a hombres y mujeres.

Le agradecería enormemente que dedicara un pequeño espacio en su periódico a denunciar esta situación.

Aprovecho para saludarle cordialmente esperando que mi propuesta pueda ser publicada en breve.

Muchas gracias por su atención. Se despide atentamente,

Sara Montmany